jueves, 5 de enero de 2017

Treinta veces

Marcando, una, dos, tres… quince veces. Treinta veces. Las veces que fueron necesarias para saber que no estarías, para convencernos.

Fueron treinta respiros apresurados. Mi corazón palpitaba tan fuerte, quería verte. Posiblemente mi mente empezaba a darse cuenta de que esas pequeñas líneas de expresión alrededor de tus ojos, no eran precisamente lo más atractivo de ti, pero ¿y qué? Yo te quería.

Marque treinta veces, repetí el número en mi mente hasta aprenderlo, termine todo el café que tenía en el extraíble de la cocina, mis dedos estaban ya un poco duros y planos por presionar los botones del teléfono sin parar.

Pasaron horas, fueron tres, no, espera, quizá fueron cinco. Entre mi angustia no pude asimilar el tiempo. Ya se verá en la tarifa del teléfono. Cuando no respondiste, me di cuenta de que jamás lo habías hecho, y no, no hablo por las simples llamadas a distancia, siempre estuve llamando, siempre constante, siempre firme y tú, tú jamás respondiste.

Cuando sonríes, el corazón se me paraliza y una nube negra cubre mis ojos por los deseos insaciables que mi mente comienza a crear, lamento que ya no estés aquí. Que tu sonrisa jamás haya sido mía, mucho menos tus besos, tampoco tus promesas.

Reitero, esas líneas de expresión alrededor de tus ojos, no eran precisamente lo más atractivo de ti, pero me gusta verlas. Era el reflejo de la sabiduría de tus palabras. De la labia que tenías para enamorarme, para conquistarme, para convencerme.

Hoy ya no, después de treinta veces incesantes, mi pensamiento reparó en la idea de no querer entrar en un círculo vicioso, de no tener que gastar lágrimas, mucho menos mendigar amor padeciendo día a día soledad.


Bebí tragos amargos de rabia mezclados con risas fingidas, tomé todo el café del extraíble para mantener despierto el amor por ti. 

Hoy, bebo té de menta para refrescar mi mente, deseche el café como a ti de mi mente. Hoy, corro por entre tus líneas de expresión y me deslizo por los hoyuelos de tus mejillas, para dedicarte un beso tierno, para decirte que hoy no volveremos a vernos.

jueves, 25 de agosto de 2016

Llévame a la cama pero no me toques

He dejado una pluma de tinta negra con media taza de café… he dejado los dedos marcados en la hoja color ámbar que se posa sobre la mesa.



Me he quedado atónita… tu voz es como un puñado de granos de café… ácidos, amargos, pero ricos.

Me he quedado tan sorprendida, tu barba ha crecido unos centímetros, tus ojos color miel parecen más claros… Sigo sin parpadear, sigo con el resonar de tu saludo en la cabeza… ¿Estaré soñando?

Dame un beso. Hazme un favor y recorre tus manos por mi cara, tus labios por los míos… mueve tu cuerpo, juntalo con el mío.

Llévame a la cama, pero no me toques
.
Te he soñado doscientas veces, he visto tu rostro entre campos de girasoles. He movido mil paredes, he atravesado calles llenas de ramas con espinas. Te he encontrado.

Tómame entre tus brazos, tira de mi labio, acomoda mi cabello detrás de mi oreja, susúrrame un te amo.

Dame tres vueltas de vals, veme a los ojos, hunde tu mirada en mi escote, camina por el costado de mis piernas, entierra tus manos en mi cuerpo, estruja como si buscaras un tesoro… mírame. Colócame… acomódame, tómame del cuello, libérame.

Llévame a la cama pero, no me toques.

Inunda de besos mi espalda, rasga los secretos que lleva consigo, borra las cicatrices, adopta mi respiración, hazla tuya.

Dame una respiración profunda, limítame al hablar,  dame el perfume de tu piel… 

Llévame a la cama pero no me toques.

Hipnotízame, detén el tiempo, abraza con tus piernas mis caderas, resbala por mi cuello, entiérrame la pluma de tinta negra, mátame. Regálame un suspiro, hazme un favor… no te vayas, aún no.

Deja que desgarre tu camisa, que te de un tirón, que desnude la belleza que reposa en tu interior; déjame formar círculos en tu espalda, de tomar un poco de tu aliento, de deslizar mi mano por tu nuca…
Desperté…

Con los ojos húmedos, con hematomas en la piel… con los labios desgarrados. Con las ganas de verte y de morir otra vez.



Desperté con ganas de abrazarte, de que me  lleves a la cama y me mates otra vez.

jueves, 9 de junio de 2016

Nada es para siempre

Cómo no reconocer el amor que siento aun por ti, si se desgarra mi alma pensar que las cosas no serán siquiera como fueron en un principio. No más llamadas, ni mensajes, ni tratos libres de compromisos amorosos. 
No más visitas clandestinas, ni ratos de madurez.

No hay nada que me haga más infeliz en este momento. ¿Cómo superas al amor más grande de la vida? Ya sé lo que va a pasar, voy a llorar cerca de un mes, escuchando música deprimente, me desquitaré con todos a mi alrededor, luego me levantaré, pensaré que ha sido la mejor opción que pude tomar, me sentiré libre y si la mala suerte vuelve andar por mis rumbos, me enamoraré y posiblemente se repita la misma historia trágica de amor.


Lamento tanto que las personas no comprendan lo que pasa, que Diego no comprenda que no estaban todas las cosas en su lugar, ya había varios cambios en la vida de ambos, y no podía haber uno más a menos que fuera significativo.

Te lo dije con mi voz propia y no quisiste entender. Te lo dije con tinta plasmada en hojas blancas y te enojaste demasiado. No entiendo, no entiendo la manera en como lo pude haber dicho. Quizá no comprendía lo que pasaba, o tal vez era que tu creías que el color rosa no se estaba deslavando el nuestra relación.

Sabes Diego, yo te amo con demasiada demencia, y por ti hubiera dado la vida si hubiera sido necesario, pero no me ha quedado claro que papel jugamos en esta vida. No podemos crear un futuro si vivimos en un presente incierto lleno de miedo. No podemos siempre esconder los actos delante de las personas que nos conocen demasiado; no podemos olvidar nuestras raíces, no podemos olvidar lo que siempre fuimos. Si mi querido Diego, FUIMOS.

Fuimos una pareja tan hermosa, que en tiempo pensé que era perfecta, porque solo peleamos dos veces de estos años juntos, jamás nos faltamos al respeto aunque si dijimos palabras que el coraje nos llevó a mencionar. Jamás sufrimos una crisis de pareja por vernos poco tiempo, jamás tuvimos problemas por amanecer el uno pegado al otro. Jamás.
Pero sabes amor, la nostalgia me colapsó el corazón y ahora no se donde refugiarme. Ahora sé que las palabras se las ha llevado el viento y que este amor será cenizas muy pronto.


Me duele hasta los huesos dejar de verte, de hablarte, de olerte, de besarte; de tomar tu mano, de comer juntos, de abrazarnos; de soñar, de gritar, de cantar, de ver películas en un sillón marrón. Me duele dejarte; pero más me dolería seguir contigo sin saber que nos depara el mañana. Me duele más saber que no ya no nos pertenecemos. Me da rabia saber que todo este tiempo pudimos haber hecho más y no quisimos. Me duele. Siempre dolerá.
Estábamos a dos pasos de hacer que todo brillara por siempre en el cielo, estábamos a nada de congelar el tiempo y paralizar nuestro amor. Estábamos a nada amor de ser por siempre uno.
Se esfumó.
No preguntes por qué, ni cómo, ni cuándo pasó.

No preguntes si hay culpables, si es algo en específico, mucho menos pienses que es por terceras personas. No pienses que te dejé de amar, eso no creo que llegue a suceder, porque si existe a alguien a quien he entregado más que mi cuerpo, mente y alma, por siempre fuiste tú.

Ya no más palabras bonitas, ni besitos nocturnos, ya no más idas al cine, ni retrasos en las citas. Ya no más alcohol en la habitación

Y por tanto, ya no habrá lágrimas que me lleguen a las comisuras de los labios, ya no habrá más noches de incertidumbre. Ya no habrá más de nada. Pero confío en que las cosas irán mejor y sabes, todo pasa por algo mi querido amor.

Ya no me verás fumar, ni yo escribir, ya no me verás hacerte el desayuno, ni yo volveré a acomodarte la corbata. Ya no me verás. Ya no nos veremos. Y aunque me marche tú serás mi amor por siempre.


Te escribo a ti porque decírtelo me traerá más melancolía.
Te lo escribo de la forma más bonita, pero aun así no quita que sea una despedida.
Te pido, por los mil y un recuerdos que tengo, jamás me dejes de amar como yo te amo a ti.




lunes, 30 de mayo de 2016

Me marcho

Quisiera volver a sentir las mismas emociones que antes tenía cuando te veía, cuando te tocaba, cuando te besaba. Me gustaría volver a experimentar la emoción que tenía cuando todo era clandestino. Me gustaba cuando éramos solo tú y yo.


¿Cuándo fue qué paso?


No quiero buscar soluciones a algo que ya está decidido, las personas vienen, te hacen feliz y luego algo falla y se marchan, o decides marcharte tú porque algo mal hiciste.

Quiero marcharme, quiero viajar a un lugar que me haga sentir mejor y saber que he reparado los errores que he cometido, quiero aprender a vivir de mí y no de las personas, quiero aprender a ser feliz conmigo misma, no quiero que mi felicidad dependa de alguien más porque eso es lo que me ha arruinado siempre la vida, la puta gente…

Y aunque no toda, pero si la mayoría. En especial yo. Que no sé qué es lo que he pensado cada vez que tomo una decisión, no sé qué es lo que pasa por mi tonta cabeza, pero apuesto a que muerta estaría mejor.


Y quisiera morir; morir literalmente. Alejarme de todos para siempre y jamás poder volver.
Me siento totalmente sola, ahogándome como siempre con mis malditos problemas psicológicos, con esta depresión que me hunde y me hundirá por siempre. Yo no sirvo para estar viva, solo ocasiono problemas. Solo hago que la gente, que mis amigos, que mi familia se preocupe por mí,

Jamás sabré lo que es el amor verdadero, jamás sabré que se siente ser madre, jamás sentiré que se siente tener un logro significativo en la vida; porque mi vida es una porquería. Y quizá soy injusta, injusta conmigo misma, injusta con todos. Injusta.


Estúpida, puta, depresiva, con pensamientos controversiales, bipolar, intolerante, inmadura, creyente de todo, creyente de nada… eso soy, nada, soy la nada que vaga por las calles que lo único que sabe hacer es inhalar humo, vomitar problemas, comerse a sí misma. Me auto destruyo, me auto enveneno, me auto lastimo, me siento poca cosa, me siento superior, tengo aires de grandeza, pero sé que hay alguien que considero más que yo.


No es una cuestión que se resuelva en pocas horas, minutos, años  o meses.


Es por eso que no hallo el amor en nadie, es por eso que cuando caigo de nuevo en este vacío que me atormenta, me pregunto dónde quedan mis emociones positivas, donde es que entra la parte amorosa, la que sentía deseos de verse con alguien de no sufrir, de saber lo que es besar, de construir cosas con alguien, más, de saber llevar una vida. De ser parte de la vida de alguien, de ser dos. El y Ella.

Donde consigo píldoras que me hagan más bonitas, donde consigo la cura de todo esto que me hace daño.

Es por eso que lo he decidido.

Me voy, me alejo de todo y de todos, me alejo de mí y de ti. De todo lo que conozco y de lo que jamás conoceré. Me alejo de los problemas. De comer y vomitar. Del amor que no conozco, de las traiciones que recibí, de las malas rachas que pase.

Nos soy nada y soy todo.


Fui.



domingo, 27 de marzo de 2016

No sé quien soy

No me siento ni con las más mínimas ganas de nada, simplemente quiero, deseo, estar sola, no hablar con nadie, no comer, no sentirme triste, no dejar a las personas que me aman, no quiero si quiera esta vez verme al espejo, ya no quiero tomar café, no quiero embriagarme más, quiero que todo lo que me ha pasado se esfume así mismo como el humo del tabaco, no quiero tener más cosas en la cabeza que me hagan llorar, no quiero saborear más el amargo olor de la soledad, no quiero soñar las mismas cosas, no quiero que los sentimientos que se encuentran en mi mente me rebasen y me lleven a hacer locuras.
Tengo mucha tristeza acumulada, tengo miedo de estar sola, de que la gente no me entienda, tengo miedo de no saber qué hacer con mi vida, tengo miedo de volver a auto
destruirme, tengo miedo de tocar mi piel y de sentirme una basura.

Tengo el corazón podrido, y mi alma se va, me ha dejado sola, no quiere saber más de mí. Tengo en la mente muy claramente la visión de lo que para mí sería un futuro hermoso. Pero entre todas las cosas que me pasan no tengo nada que me haga sentir bien, ya lo dije, no son los zapatos, ni la ropa, ni el dinero o mucho menos los amigos, soy yo y esta estúpida necedad de querer estar y no estar. Quiero que alguien, un ser humano me contemple y que me ame, que me ame incluso más de lo que yo lo podría amar. Quiero tener un hueso salido por la cadera y unos labios rojos que exhalen el humo de mi tabaco guardado muy dentro de mis pulmones. Quiero que haya alguien que seque mis lágrimas con un paño de seda y que las condiciones de mi estado emocional mejoren.  Quiero sentarme en la silla adecuada y no sentirme atrapada por las miradas de las personas que me rodean.
Quiero soñar, quiero vivir, quiero sentirme viva. Esta noche no me siento viva, mucho menos muerta, yo he muerto cuando hirieron mi corazón, ya hace tiempo que me tuve que haber acostumbrado a este tipo de cosas… no lo hago, no soy una piedra o un alambre, no soy el zapato que a diario tiene que pisar el suelo gris. No soy nadie, ya no se quien soy…


Y si pudiera volver el tiempo, entonces pediría regresar al INSTI y ser anoréxica de nuevo, al menos tenía motivos obvios para sentirme mierda.

viernes, 25 de marzo de 2016

Punto y coma

"Quiero poner una foto en la pared del desván, así por lo menos sé que no del todo eres basura…"


Ondas sueltas en el cabello y una lágrima rodando por mi mejilla. Estaba sonrojada, pero no por pena, era por odio y un poco de miedo, era más por desesperación.
Las lágrimas rodaban por mi rostro y había algo que hacía dilatar mi corazón, y aunque este latía tan rápido como las hermosas cometas…, al paso se hacía trizas, había algo tronado por dentro…

Mi cerebro se colapsa, ya no pasa más la energía, parece que mis neuronas se han muerto, y no, no ha sido el tabaco quien las ha matado, ha sido el mal amor de esa persona a quien le di todo.

No puedo entender lo que el coraje hace en la mente de nosotros los seres humanos… No comprendo lo que yo tendría que hacer la próxima vez que lo vea… no entiendo lo que haríamos sin estar juntos.

Vamos a hacernos preguntas ¿Me amas? ¿Qué te gusta de mí? ¿Te amo? ¿Me he enamorado? ¿Qué siento?

Jamás había sentido amor así, porque a veces no se si te amo o si solo me he encargado de decirle a mi corazón que lo haga.

Lamento mucho haberte hecho dudar, pero más lamento que me hayas dicho cosas feas, una cosa imperdonable, algo que no se olvida, menos en un día, una semana o un mes. Posiblemente estamos juntos para no sentirnos solos, ya no es amor, quizá es capricho o quizá si te amé, eso no lo sé, solo sé que aún existe un dolor muy dentro, un coraje acompañado de orgullo, un orgullo que no puede con la vanidad de una persona como yo.

Dame un solo motivo para volver a confiar que confías en mí, dame la certeza de que puedo hacer cosas por las cuales debería arriesgar por ti… Sí y justo cuando no pienso en llorar lo hago, pero no sé si es por los ratos de amargura o por los buenos deseos que nos hemos propuesto a realizar, no sé si es la lógica o la madurez… Ya no sé

Prendo veladoras en las horas que siento que la luz de la esperanza se me va, una ilusión un beso tierno… pero no; sé que eso no pasará, no ahora, no por el momento, no me siento lista para hacer de ello un compromiso que tenga que ver con mi libertad, ni con mis emociones, porque a veces aunque tengas la edad que tengas, te siento como de la mía, y eso no debería ser.

Quiero poner notas por toda la casa, quiero dejarte mensajes de voz que digan lo aterrada que me siento, que quiero alejarme sin hacerlo, que quiero estar y no estar, sin llantos, ni peleas, ni palabras sin sentido. Quiero seguridad, pero vital.

Años sin decirnos nada, años sin poder hacer algo por placer, no quiero pensar en la rutina tan falsa que me podría dar el destino.

Te amo, sin tapujos, así sin más…


Pero a veces quisiera tirar mil dardos en tu tonta cabeza y hacer que recapacites.


Quiero poner una foto en la pared del desván, así por lo menos sé que no del todo eres basura…


Quiero saber que en ti hay algo que aún me hace sentir viva y que eso no sea solo un recuerdo acompañado de palabras que me dejan marcada…

Quiero estar y vivir contigo… felices… de manera positiva… no negativa.


Jamás me iría de tu lado, ni jamás te irías del mío, pero debemos saber que esto es de los dos y que debemos estar para siempre y por siempre unidos, sin dudas o temores. ¿Pero qué hay de un verdadero amor si no se cuida? Ya no recuerdo la última vez que nos vimos a los ojos… tienes unos ojos preciosos, pero unas cuerdas vocales muy malas…
Tiempo, para saber decidir, tiempo para pensar en mi… tiempo, para estar conmigo misma y sobre todo para convertirme en mi mejor amiga, tiempo para saber que a pesar de amarte también me amo a mi misma…


No concuerdan las partes que entrelazan mis escritos, porque mi vida no se hila de manera coherente… pienso, me deprimo y lloro. Sonrío, bebo y disfruto cada parte de lo que soy. Pero no me termino de lamentar en lo estúpida que puedo hacer a veces… y así soy yo.




Y si pudiera retroceder el tiempo, cometería el mismo error mil veces, porque sé que tú, eres lo que soy, porque somos dos y porque no hay nada más bonito que sentir tu latir en mi oído, que no hay nada más hermoso que tocarte el cabello y reír a tu lado. No hay nada más precioso que ver películas acostados en un sillón marrón. 

miércoles, 23 de marzo de 2016

El Tabaco no es Marihuana

Ya no como, ya no duermo, ya no vivo... muy de vez en cuando me miro al espejo y ya no lloro, a veces hasta me siento bonita.

Es cierto, qué el tabaco debilita el corazón, pero también lo hace el amor o la co-dependencia, es por ello que prefiero fumar.
Ya no sufro mal de amores, solo alguna que otra decepción, que me llamen con insultos, que me agredan, se ha convertido en parte de mi vida diaria. No sé como responder a las personas que me dicen "PUTA" o a las que me cierran puertas por pensar que soy engreída..., no sé con que cara ver al padre de mi hija, si sé que es lo que en años pensara ella, incluso he llegado a pensar que es mejor no decir tanto pata no alarmar a las personas.

Todo cambia tan rápido, de repente no soy una, somos dos y en meses ya eramos tres; no concuerdan las peleas con las palabras amorosas, no concuerdan los gritos con las reflexiones, de hecho nada tiene sentido.

¿Por qué vivo? ¿A qué vine al mundo?
No considero que sea lo más grato, he sufrido mucho, pero se que hay gente que sufre más que yo.

Ya no es el dinero, ni tampoco la ropa, no es el espejo o los amigos, tampoco es el amor,
puede que tenga todo eso, pero aún así hay un vació en mi. es un vacío que ni si quiera el tabaco, la marihuana o el peyote me harían llenar.

¿De qué están hechos los demás?
¿De qué estoy hecha yo?

Pareciera que la perfección que quería llego a destiempo y mucho peor, pareciera que ya no la quiero...

A veces cuando me siento en la banca del parque a fumarme un filtro amarillo LS, llegan hombres no tan mayores a mi esposo, con una colonia que huele a amor, en ocasiones el café y el vino ya no satisfacen mi mente...

El olía a menta... yo a Tabaco.

El amor no es amor...

Y el beso de Buenas noches resulta ser ma´s un compromiso y no una iniciativa amorosa.

Ya no más abrazos, ni besos, ni caricias.
Ya no quiero un amor en rosa, quiero sentir por un día el agua tibia de la ducha y disfrutar de una soledad acompañada.

Recordar que el amor no son besos, y que el Tabaco no es Marihuana.