Ondas sueltas en el cabello y una lágrima
rodando por mi mejilla. Estaba sonrojada, pero no por pena, era por odio y un
poco de miedo, era más por desesperación.
Las lágrimas rodaban por mi rostro y había algo
que hacía dilatar mi corazón, y aunque este latía tan rápido como las hermosas
cometas…, al paso se hacía trizas, había algo tronado por dentro…
Mi cerebro se colapsa, ya no pasa más la
energía, parece que mis neuronas se han muerto, y no, no ha sido el tabaco
quien las ha matado, ha sido el mal amor de esa persona a quien le di todo.
No puedo entender lo que el coraje hace en la
mente de nosotros los seres humanos… No comprendo lo que yo tendría que hacer
la próxima vez que lo vea… no entiendo lo que haríamos sin estar juntos.
Vamos a hacernos preguntas ¿Me amas? ¿Qué te
gusta de mí? ¿Te amo? ¿Me he enamorado? ¿Qué siento?
Jamás había sentido amor así, porque a veces no
se si te amo o si solo me he encargado de decirle a mi corazón que lo haga.
Lamento mucho haberte hecho dudar, pero más
lamento que me hayas dicho cosas feas, una cosa imperdonable, algo que no se
olvida, menos en un día, una semana o un mes. Posiblemente estamos juntos para
no sentirnos solos, ya no es amor, quizá es capricho o quizá si te amé, eso no
lo sé, solo sé que aún existe un dolor muy dentro, un coraje acompañado de
orgullo, un orgullo que no puede con la vanidad de una persona como yo.
Dame un solo motivo para volver a confiar que
confías en mí, dame la certeza de que puedo hacer cosas por las cuales debería
arriesgar por ti… Sí y justo cuando no pienso en llorar lo hago, pero no sé si
es por los ratos de amargura o por los buenos deseos que nos hemos propuesto a
realizar, no sé si es la lógica o la madurez… Ya no sé
Prendo veladoras en las horas que siento que la
luz de la esperanza se me va, una ilusión un beso tierno… pero no; sé que eso
no pasará, no ahora, no por el momento, no me siento lista para hacer de ello
un compromiso que tenga que ver con mi libertad, ni con mis emociones, porque a
veces aunque tengas la edad que tengas, te siento como de la mía, y eso no
debería ser.
Quiero poner notas por toda la casa, quiero
dejarte mensajes de voz que digan lo aterrada que me siento, que quiero
alejarme sin hacerlo, que quiero estar y no estar, sin llantos, ni peleas, ni
palabras sin sentido. Quiero seguridad, pero vital.
Años sin decirnos nada, años sin poder hacer algo
por placer, no quiero pensar en la rutina tan falsa que me podría dar el
destino.
Te amo, sin tapujos, así sin más…
Pero a veces quisiera tirar mil dardos en tu
tonta cabeza y hacer que recapacites.
Quiero poner
una foto en la pared del desván, así por lo menos sé que no del todo eres
basura…
Quiero saber
que en ti hay algo que aún me hace sentir viva y que eso no sea solo un
recuerdo acompañado de palabras que me dejan marcada…
Quiero estar
y vivir contigo… felices… de manera positiva… no negativa.
Jamás me iría
de tu lado, ni jamás te irías del mío, pero debemos saber que esto es de los
dos y que debemos estar para siempre y por siempre unidos, sin dudas o temores.
¿Pero qué hay de un verdadero amor si no se cuida? Ya no recuerdo la última vez
que nos vimos a los ojos… tienes unos ojos preciosos, pero unas cuerdas vocales
muy malas…
Tiempo, para
saber decidir, tiempo para pensar en mi… tiempo, para estar conmigo misma y
sobre todo para convertirme en mi mejor amiga, tiempo para saber que a pesar de
amarte también me amo a mi misma…
No concuerdan las partes que entrelazan mis
escritos, porque mi vida no se hila de manera coherente… pienso, me deprimo y
lloro. Sonrío, bebo y disfruto cada parte de lo que soy. Pero no me termino de
lamentar en lo estúpida que puedo hacer a veces… y así soy yo.
Y si pudiera
retroceder el tiempo, cometería el mismo error mil veces, porque sé que tú,
eres lo que soy, porque somos dos y porque no hay nada más bonito que sentir tu
latir en mi oído, que no hay nada más hermoso que tocarte el cabello y reír a
tu lado. No hay nada más precioso que ver películas acostados en un sillón
marrón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario